EL PAÍS
La muestra De Caravaggio a Bernini. Obras maestras del Seicento italiano en las Colecciones Reales reúne en las salas de exposiciones temporales del Palacio Real de Madrid 72 piezas entre pinturas y esculturas italianas del siglo XVII. “Italianas” no es exactamente cierto, salvo que se consideren italianos a Velázquez o Ribera, y a Charles le Brun o Fischer von Erlach… y en cierto modo lo son en este contexto y en su condición de viajeros embelesados por la Roma del XVII e influidos por el arte que allí se produjo.
De hecho, una de las joyas de esta extraordinaria exposición compuesta exclusivamente por fondos de Patrimonio Nacional es La túnica de José, de Velázquez (1630-1634), óleo sobre lienzo supuestamente pintado por el maestro sevillano al volver de su primer viaje a Italia. Tanto este velázquez mayúsculo como la mayoría de las aquí expuestas en la sobria y brillante escenografía de Jesús Moreno han experimentado una suerte de renacimiento. Un renacer en forma de restauración que, en el caso concreto de La túnica de José, ha hecho reaparecer el paisaje semioculto y el emocionante contraste de luces y sombras sobre los dos personajes de la izquierda.
Este conjunto de piezas maestras del XVII abre sus puertas tras un largo, complejo y costoso proceso de restauración y catalogación en el que han tomado parte 46 restauradores y 20 expertos italianos, y que ha arrojado como resultado varias nuevas atribuciones. Entre ellas destacan las de Cristo muerto llorado por dos angeles de Le Brun, la de Santa Catalina de Guido Reni y, sobre todo, la deConversión de Saulo o Conversión de San Pablo, también obra de Reni, que dormitaba como pintura anónima en la Casa de la Botica del Monasterio de El Escorial hasta que fue descubierta en 2013 por Gonzalo Redín, comisario de la exposición hoy inaugurada. Una exposición de fondos propios “impensable en otros grandes museos del mundo”, según el director de Colecciones Reales de Patrimonio Nacional, José Luis Díez. La muestra y el proceso previo de restauración y catalogación de obras ha contado con el mecenazgo de la Fundación Banco de Santander.
Una exposición ¿italiana? Desde luego, no hay más que acudir a la apabullante nómina de artistas. No solo Caravaggio y la Escuela Napolitana… no solo Bernini (su Cristo crucificado vale por sí solo el desplazamiento al Palacio Real) o Guido Reni… los Algardi, Luca Giordano, Antonio Raggi, Giambologna, Doménico Montini, Gargiulo, Andrea Vaccaro o Il Guercino, entre otros, conforman este vibrante conjunto de pinturas y esculturas del Barroco que vivirá hasta octubre en las salas del Palacio Real.